miércoles, 6 de abril de 2011

¡Comparte las entradas que más te gusten!


¿Ya lo has visto?


Sí, así es. Hemos incorporado al blog los botones de Facebook y Twitter. Con eso tú podrás mostrarles a todos tus amigos que una entrada al blog te interesó para que ellos también puedan acercarse.


¿Cómo funciona?

Muy sencillo. Para compartir la entrada en Facebook debes hacer click en el botón color azul que se encuentra al final de la entrada y dice “Share”. Luego te aparecerá un pop up. En caso de que tú ya estés conectado a esa red social, verás la entrada que se va a compartir y solo debes elegir la imagen en miniatura con la que quieres que salga y presionar en compartir.

Si no estás conectado, el pop up te pedirá que te conectes. Para eso, como siempre, deberás ingresar tu dirección de correo electrónico y tu contraseña de Facebook. Luego de que te registres, tendrás que seguir el paso indicado anteriormente.

En el caso de twitter es muy similar. Si lo tienes abierto, al presionar el botón celeste que dice “twittear”, te saldrá el mensaje que será twitteado en un pop up. Si quieres que éste sea el título específico de la entrada, debes presionar el botón de twitter desde el interior de la entrada. Para esto debes hacer click primero en el título de la entrada y luego en “twittear”.

Si no tienes tu twitter con la sesión iniciada, debes ingresar tu nombre de usuario o correo electrónico y contraseña, tal como te lo solicita el pop up y luego realizar el paso anterior.


Así que ya sabes ¿Te gustó una entrada? ¡Compártela con el mundo entero!

domingo, 13 de marzo de 2011

Columnas elocuentes 4: Motivar la lectura

Es cierto que la lectura llena el alma, además de que te hace crecer como ser humano; y apartando esto, también puedes escapar al menos por un minuto de una realidad tan devastadora, o simplemente te saca una carcajada en momentos de tristeza.
Imagen tomada de www.pedagogia.es
Pero, si bien es cierto que hoy en día muy pocas personas leen, también es cierto que la lectura se puede motivar desde pequeño, pero ¿y si ya esa etapa pasó? Bueno, pues podríamos entonces aplicar nuevos métodos. Lo más probable es que ya tengamos gustos fijos o de toda la vida, entonces ¿por qué no empezar a leer sobre ese gusto? Si te gusta el deporte, pues lee alguna historia en donde parte de la trama tenga que ver con el deporte, o cosas así; así, además, podrá ser más fácil de que te identifiques y que te enganches con la lectura a que leas un clásico sólo por serlo y que te sea aburrido y tedioso.
La lectura se hizo para disfrutarse y ser feliz, entonces ¿por qué tendríamos que martirizarnos leyendo libros o cuentos que en verdad no nos llenan y nos aburren? Es mejor sentarse en un cómodo sofá, o recostarse en la cama a leer algo que nos guste y, en algún momento, nos sea divertido y ameno de leer. En la literatura encontraremos básicamente de todo: desde una trama ligada al deporte, pasando por dramas shakesperianos y libros de auto superación, hasta llegar a libros de fantasía y de ciencia ficción; es decir, desde lo más mundano, en cierto modo, hasta lo más inalcanzable o fantasioso para nosotros. Nada escapa a la escritura y a la lectura, si algo en realidad pasó es muy probable que se haya escrito sobre eso o que se hagan alusiones al hecho.
En la Grecia antigua se escribía sobre las relaciones de los erastés y los erónemos; entonces no tendríamos por qué pensar que sobre tal cosa no está escrito, porque de seguro sí lo está. Así que, con plumero en mano, comienza a buscar obras que te gusten y te atraiga.
Lo importante es leer y llenar nuestro espíritu con la literatura.  

domingo, 6 de marzo de 2011

Columna elocuente 3: ¿En qué te inspiras?



Buen día, señoras, señoritas y señores. Tomen asiento por favor, que ya comenzamos con la tercera columna.
¿En qué inspirarnos? No soy el más indicado para responder eso, pues casi nunca hago muchas cosas para inspirarme, usualmente dejo que llega, pero, como a muchos les gusta salir de paseo, escuchar música, hasta imaginarse haciendo comida (Ok, exageré) aquí están las que son más eficaces en mi caso:
o   Da una vuelta, a parte de que te llenará de aire fresco, te liberará de las energías negativas y llegarás a tu casa con aires nuevos y una energía renovada. Podrás sentarte en la mesa, frente a la computadora o cualquier otro lugar, a escribir lo primero que se te venga a la mente. O, por qué no, puede que en medio del paseo se te ocurra algo, ¡lleva siempre una libreta de notas!
o   Escucha música, la música llena e inspira, así que no sería gran cosa que nos inspire con cosas nuevas para escribir, ¿no? Entonces qué esperas. Pon algo que te guste, y espera a que la musa llegue a ti. Quizás si escribirás algo triste, puedas poner música tristona, si lo harás de comedia, ¿por qué no? Pon música divertida. ¡Todo se vale!
o   Dúchate o date un baño, te liberará de todas las cargas, las energías negativas se irán con el agua, y ten por seguro que, en cuanto salgas del baño, estarás renovado y con energías nuevas para comenzar aquel relato que tanto dolor de cabeza te ha dado. Aparte de que estarás limpio xD
o   Haz algo que te dé paz, hacer manualidades, cocinar un plato, jugar en una consola, jugar en la computadora… cualquier cosa que te ayude a liberar las tensiones es buena, ¡hasta limpiar la casa! Si liberas tensiones, será más fácil soltarte a escribir algo. ¿Qué esperas para ayudar a tu madre a ordenar?
o   No te frustres, la inspiración no se llama, suele llegar cuando menos te lo esperes. Así que ten siempre en cuenta esto, si puedes lleva una libretita para tomar nota. Si se te ocurre alguna idea, podrás anotarla y no olvidarla.
o   Prueba todo lo demás, ¿por qué probar uno solo? Si puedes probar todas las opciones que he citado. Da una vuelta mientras escuchas música con auriculares, luego llega a casa dúchate, y haz tu comida, y por último, no te frustres si al final del día aún no llega nada.
Bueno, creo que esto sería todo. Pero, imagino que hay más maneras de inspirarse. ¿Por qué no me dan las suyas?

PD. Quería pedir disculpas, puesto que la semana pasada, por razones ajenas a mí, se me fue imposible colgar esta columna :)

domingo, 20 de febrero de 2011

Columnas elocuentes 2: Sobre qué escribir.


¡Buenos días! ¿Cómo están? ¿Preparados para la segunda columna? ¡Pues empecemos!
La semana pasada hablaba sobre escribir, pero ahora… ¿sobre qué hacerlo? Maneras de escribir hay montones, tantas que si me pongo a contarlas duraría acá toda la mañana, así que me basaré, por así decirlo, en las más usadas o reconocidas. Así que, vámonos primero en una de las que más usamos: La narrativa.
La narrativa es un género literario en el que se narra una sucesión de hechos imaginarios, porque los reales se conocen como crónicas, en donde interviene un narrador que es el punto intermedio entre el lector y el escritor. De este género, se nos presentan tres tipos de narradores: el omnisciente, que es aquel que  no participa para nada en la obra. Se narra en tercera persona; el narrador protagonista, como su nombre lo dice es el protagonista del relato. Se narra en primera persona; narrador testigo, es aquel que participa en la historia pero no es protagonista, simplemente relata. Se narra en segunda persona.
·        Algunas recomendaciones a la hora de narrar, sería tener claro a dónde va nuestra historia. Muchos aspectos se basan en la experiencia del escritor como tal, debido a que alguien podría sentirse más a gusto narrando en tercera persona y otra en primera. Pero veamos. Si narras en tercera personas, en algunos aspectos podrías ser objetivo, pero de vez en cuando es bueno meterse y explicar largo y tendido los sentimientos del personaje principal o de los que quieras. En segunda eres testigo, y no puedes saber los sentimientos a ciencia cierta de tu protagonista; es decir, no puedes decirlos, podrías decir que el que narra supone. En primera tienes todo el control de decir lo que piensa y siente tu personaje principal.
Drama nace en la Grecia Antigua, y, no es como todos piensan, aquellos que tienen un final trágic, más bien, puede tener varios aspectos cómicos, ligándose así la comedia y el drama. Posteriormente, nacerían otros subgéneros como la tragicomedia, el melodrama y la obra didáctica. Y, posteriormente también nacerían más aún: el entremés, el sainete, el paso, entre muchos otros. Es así como el drama es un género literario rico y muy usado.
·      Para escribir drama no hay que estarse muriendo, como muchos creen, o ser un desdichado en esta vida (antes solía pensar cosas así) nada más alejado. Puedes estar radiante y escribir algo tan triste que hasta a ti te haga llorar, no es cuestión de sentimientos, es cuestión de cómo los plasmes. Si escribes drama, asegúrate de que el lector esté consciente de que tu personaje sufre, sufrió y, a lo mejor, seguirá sufriendo. Tampoco digamos en la primera línea “Susanita es desdichada…” podríamos buscar otras formas mejores, como “Ella, que tanto lo amó, ahora se enfrentaba a la separación más dolorosa de su vida. Ahora veía el tiempo pasar y nada cambiaba. Ahora estaba segura, se podría llamar desdichada…”.
Lírica Nace también en la antigua Grecia, en donde se cantaba y era acompañada por la Lira. Su forma habitual de narración era en primera persona, y solía decir los mayores y más profundos anhelos del hombre, además, también, de sus miedos y temores y los estados anímicos. En su concepto más vasto comprende además de la oda, la canción, la balada, la elegía, el soneto e incluso las piezas de teatro destinadas a ser cantadas, como las óperas y dramas líricos
·        Ciertamente en este aspecto no puedo dar ni un solo consejo, nunca he escrito lírica. Y lo que podría decirles es, simplemente, apegarse a los estándares o, si eres arriesgado, quizás innovar y ser creativo. Como se dice, en la escritura no hay nada escrito. Tú puedes innovar y, además, crear nuevos esquemas. Nunca está de más intentar

Así terminamos con la segunda columna. ¿Qué les ha parecido? ¿Quieren proponer un tema? Déjenlo en los comentarios.
Sin más, me despido con un cordial saludo.
Dann

Fuente:
    Wikipedia

domingo, 13 de febrero de 2011

Columnas Elocuentes 1: ¡A escribir!


¡Escribir! Lo que hace que nuestros corazones latan y el nerviosismo aumente. Escribir es más que poner letras, combinarlas hasta formar palabras, luego oraciones y por último párrafos que se juntarán y conformarán un texto. No. Escribir es sentir cada parte de cada letra que pones sobre el papel o en donde lo hagas. Escribir es hacer que el lector sienta lo que quisiste decir en una palabra sin necesidad de tener más acompañantes.
Claro, que escribir un informe es… eso, escribir. Pero a lo que me refiero es a lo que a nosotros nos gusta, la escritura estética. ¿Acaso te gustaría leer un libro en donde, la redacción, sea igual a la de un informe? Por lo menos a mí no, a menos que el autor lo haya usado para darle un toque original.
¡Ey, tú! No te me duermas en la primera columna que es importante.
Escribir, escribir… ¿Qué dice la DRAE? Veamos:
(Del lat. scribĕre).tr. Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie.
Entonces nosotros escribimos. Todos lo hacen. Lo hacemos en el autobús, en el trabajo, en clases, en una pasantía, en una encuesta, en un diario, en un informe… en fin, siempre escribimos, es una tarea rutinaria que estamos acostumbrados a hacer. Pero, ¿qué pasa cuando el fin de nuestra escritura es algo artístico? Es ahí a donde quería yo llegar.
La escritura artística prolija se logra luego de mucha experiencia, de saber qué hacemos mal y qué no. Claro, que algunos nacen con un don que hace que su escritura artística sea más fluida y más fácil. Pero eso no significa que cualquiera no pueda escribir. Esta acción libera el alma, ejercita nuestra imaginación y hace que nos olvidemos de nuestros problemas por un momento achacándoselos a otros.
(Por favor, olviden la última línea)
Ya dije que para escribir bien necesitamos practicar, y, ahí, es donde Eloquentia quiere destacarse en ustedes. Queremos que practiquen y mejoremos juntos, porque en Eloquentia no sólo mejoran ustedes, mejoramos todos juntos. Aprendiendo nuevas técnicas o nuevas formas de narrar. Pero nadie, nadie, tiene una redacción igual. Pueden ser parecidas, sí, pero nunca iguales. La narración es un sello distintivo de cada autor; a mí, por ejemplo, me puede parecer mejor escribir esto “Mi habitación en el hotel estalló”  y a ti esto: “La habitación en donde me hospedaba estalló”. Básicamente todo depende del contexto y del autor.
Así que. ¡Vamos a animarnos! A escribir. ¡Desde un párrafo en una pared hasta un libro entero en un diario! Escribir libera, escribir llena, escribir purifica. Escribir hace que algún día tengas la satisfacción de haber liberado a alguien de sus problemas por un momento mientras leía tu relato.
¿Qué esperas para escribir entonces? Manos a la obra. ¡Enriquece al mundo con tu trabajo!

Nos vemos en la próxima columna de la semana que viene, en donde hablaremos sobre qué podemos escribir.
Te espero.

Dann/Buffoon

sábado, 12 de febrero de 2011

¡Bienvenido a la nueva aventura!

¡Bienvenido! La larga espera al fin terminó, y Eloquentia volvió con todas las pilas recargadas, para agasajarte con un montón de nuevas sorpresas.

¡Pasa por la sección de noticias, donde encontrarás todos los informes de lo que se hizo durante estos días! Encontrarás muchísimas sorpresas, como la noticia de los Premios y de Tu Literatura, además de los nuevos juegos disponibles para que tú te diviertas. ¡No olvides pasarte por la sección de normas para ver que nuevas reglas hay que seguir!
Además, reabrimos con un nuevo bloque del taller literario: Redacción, junto con un nuevo juego literario.

¡Explora las nuevas secciones de Eloquentia, y diviértete con nosotros!